domingo, 20 de junio de 2010

Empezar.


Caminaba sin prisa, a paso lento pero firme hacia casa; me plante frente a la puerta, introduje la llave con delicadeza en la ranura y la gire suavemente, era tarde no quería que se despertara nadie.

Entre en casa sigilosa y rauda, cautelosa…Entre en mi cuarto ahí estaba él, me había estado esperando eran las 5:30 PM y él me había estado esperando despierto, empecé a desvestirme, caminé hacia el baño y me desmaquillé con calma; sentí una presencia detrás de mí, me giré y ahí estaba él mirándome fijamente sonreí y me gire despacio, sus manos de posaron suavemente en mi cintura y sus labios susurraron: Estaba preocupado por ti, me besó lento, con calma, yo poseída por su mirada lo seguí…

Caminamos sin dejar de besarnos hacia la cama me tumbo lentamente bajo él mientras besaba mi cuello despacio, noto como mi respiración iba en aumento mientras mis manos ansiosas por tocarle bajaban por su espalda… Con un movimiento muy sutil me deshice de sus pantalones, lentamente se los bajaba mientras leves jadeos llenaban el vacío silencio de la habitación, él me miro sonriendo dulce pero deseoso por tomarme.

Acaricié su torso desnudo y poco a poco baje mis manos, me aferré a sus bóxers y despacio los bajé, él de deshizo de mi ropa interior, le observé y solo pude pensar: Oh dios, ha llegado mi momento. Le besé ansiosa, como si de un vampiro sediento se tratase, le separó mis piernas lentamente mientras su húmeda y tibia lengua recorría mi cuello despacio, bajó lentamente llenando cada centímetro de mi cuerpo con sus dulces besos.

Pude sentir cuando llegó a su objetivo, una corriente de placer recorrió mi cuerpo haciendo que de mi boca salieran pequeños gemido que se complementaban perfectamente con sus jadeos, yo aferrada a las sabanas curvaba la espalda llena de placer, pude pronunciar levemente que me hiciera suya por completo, él obediente me besó lento con calma mientras iba entrando en mi despacio, un pequeño gesto de dolor se dibujó en mi rostro, él me dedicó una sonrisa tranquilizadora que funcionó.

Yo sonreí entre jadeos que aumentaban sus decibelios, él se movía lento con calma mientras jadeaba, besaba mi cuello, yo gemía lento. Aumento el ritmo sutilmente pero cada vez me hacía retorcerme más de placer, sus gemidos se entrelazaron con los míos hasta que un grito salió de mi boca rompiendo por completo la paz de esos gemidos entrelazados.

Él llego al clímax y me lo hizo saber con una fuerte embestida que me hizo gritar de nuevo, agotado se tumbo sobre mi besándome lento, yo me gire suavemente quedando sobre el acostada, tranquila cerré los ojos mientras acaricia mi pelo con delicadeza.

Poco a poco el sueño de apoderó de nuestros cuerpos y quedamos dormidos, abrazados, solo formábamos un solo ser…

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